Que difícil es despedirse (y que fácil que te despidan)
Una despedida siempre es traumática, si no, no es una despedida...Cada persona se plantea "la despedida" a su manera, hay varios ejemplos: quien apura al máximo y se abraza al último segundo, cuando el tren está a punto de efectuar su salida, cuando el barco está a punto de zarpar, cuando el avión está a punto de despegar...quien hace bromas continuamente para romper el hielo, para contrarrestar ese silencio inevitable que se produce debido a unos momentos de meditación, previos al fatídico desenlace....quien se etiqueta "optimista" animando (y engañándose), repitiendo, de manera reiterada, lo poco que queda para volver a encontrarse...quien directamente huye de las emociones y elude cualquier situación embarazosa alejándose inmediatamente después de descargar el equipaje...Cada persona es un mundo, y cada mundo está contaminado de manera diferente.
Pero yo he descubierto que, a veces, cuando los sentimientos se desbordan cual rio revuelto, cuando descarrilan a velocidades infernales, es tan difícil decir Hola como Adios:
- Me encuentro a escasos centímetros de ti, tus ojos brillan, el entorno es idílico; verde, agua, sol, frío, altura...me miras, te miro, sonries, sonrío, y después de un leve titubeo oigo:....."Hola".....De repente soy el hombre más rico del mundo.
- Me encuentro a escasos centímetros de ti, tus ojos brillan, pero es un brillo diferente, es un brillo de lágrima, que hace que el entorno no parezca tan idílico, a pesar del verde, el agua, el sol, mucho más frío, la altura....me miras, te miro, no sonries, no sonrío, no hay titubeo alguno y no oigo, mas adivino:...."Adios".... De repente soy el hombre más pobre del mundo.
Maldigo las despedidas, las tristes y amargas despedidas...
Hola!
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